Despues de medio siglo de emprender la primera tentativa de perforar la corteza oceánica de la Tierra, se ha dado inicio a una nueva campaña. Equipados con equipos más avanzados, los geólogos podrán llegar al manto terrestre a finales de esta década.
Obtener una muestra del manto de la Tierra, la capa que se encuentra bajo la corteza y alcanzar el núcleo del planeta, además de ser un argumento de ciencia ficción, ha sido un ambicioso proyecto para la comunidad científica desde hace más de un siglo. A pesar de las dificultades -hay que atravesar alrededor de 6 kilómetros bajo la superficie del mar-, los dos responsables de esta misión, Damon Teagle, de la Universidad de Southampton (Reino Unido) y Bennot Ildefonse, de la Universidad de Montpellier (Francia), afirman esta semana en la revista «Nature» que ya disponemos de la tecnología para realizar perforaciones y que los trabajos podrían comenzar dentro de una década. Sin tener en cuenta los «pequeños detalles» literarios como los monstruos legendarios, Julio Verne
podría volver a dar en la clavo.El manto constituye la mayor parte de nuestro planeta. Se extiende desde la parte inferior de la corteza terrestre -de 30 a 60 kilómetros bajo los continentes, pero solo seis kilómetros bajo los océanos- hasta el núcleo por debajo de los 2.890 kilómetros. La idea de perforar el manto nació, curiosamente, en un club de copas para geocientíficos en 1957. Se denominó «proyecto Mohole» y pretendía, patrocinado por una comisión especial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, perforar la corteza bajo el mar seis kilómetros hasta llegar al manto. Los técnicos realizaron cinco agujeros en la costa de la isla de Guadalupe, en México, pero solo consiguieron alcanzar los 183 metros de profundidad, un tercio del camino por recorrer. El carísimo perforador, que tenía unos diamantes para taladrar la roca, se partió y el proyecto fue abandonado.
los 3 lugares para perforar (Nature) |
Los científicos quieren recuperar el «proyecto Mohole», ya que consideran que una muestra recuperada del manto es «un tesoro comparable a las rocas lunares del Apolo». En los próximos cinco años, se realizarán mediciones en tres localizaciones del Océano Pacífico que podrían ser los lugares donde se lleven a cabo las perforaciones, las costas de Hawai, Baja California y Costa Rica. El proyecto utilizará, posiblemente, una tecnología japonesa llamada Chikyu, y será terriblemente caro, «pero no tanto como lanzar un cohete a la Luna», señalan los investigadores. Si encuentran los fondos necesarios, están convencidos de que la misión puede comenzar durante esta década y ser completada en quince años. El mes que viene, una expedición será enviada al Pacífico.
"Es el reto más complejo"
El manto tiene alrededor del 68% de la masa del planeta. Su volumen hace que el conocimiento exacto de su composición sea esencial para la comprensión de cómo se formó la Tierra.
El resultado puede ser la clave para comprender la evolución del planeta en su conjunto y dar respuestas a cuestiones más específicas: cómo se formó la corteza oceánica, lo que representa ser el límite entre la corteza y el manto, y a que profundidad máxima pueden vivir los microorganismos.
Algunas piezas del manto han sido empujadas hasta la superficie de la Tierra durante la formación de montañas tectónicas y otras ha sido expulsadas por los volcanes en erupción. Estas piezas muestran que la capa está compuesta principalmente de rocas peridotitas, ricas en magnesio, y sugieren que la composición del manto varía de un lugar a otro, pero la magnitud de esta variación no está clara. Además, las muestras disponibles han sido químicamente alteradas por los procesos que las trajeron a la superficie o por la exposición al agua de mar, por lo que encontrar el manto intacto sería de gran utilidad.
Existen determinadas complicaciones tecnológicas, dice Teagle: "Tenemos que perforar el pozo de más de 6,5 km de profundidad, y el fondo marino se encuentra a una profundidad de 4 km, y el barco siempre debe de estar en el mismo sitio durante muchos meses. "También debemos de desarrollar nuevas herramientas, capaces de soportar presiones extremas y la temperatura de más de 300°C.
El costo del proyecto se estima en más de mil millones de dólares. En los próximos tres años, en 3 lugares del Oceáno Pacífico, se realizarán estudios geofísicos para determinar el mejor lugar para iniciar la perforación de exploración.
«Perforar el manto es el reto más complejo en la historia de las Ciencias de la Tierra», aseguran los investigadores.
(fuentes: ABC.es ; Rnd.cnews.ru)
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