foto: vistaalmar.es |
"Desde fines de agosto de 2008, cuando se le colgó a la osa un collar de localización vía satélite, hasta fines de octubre del mismo año, la hembra nadó sin parar 687 kilómetros en nueve días en el mar de Beaufort. En su recorrido hizo algunas interrupciones para beber y pasar por la superficie del hielo 1800 kilómetros más", indica el artículo.
Al señalar que los osos blancos prefieren vivir sobre el hielo ártico, superando a nado las partes de la alta mar entre el hielo y la tierra o los bloques de hielo, los científicos responsables de la investigación, subrayan que la ciencia hasta ahora no disponía de datos sobre cuánto el oso blanco puede nadar y qué consecuencias pueden traer consigo pruebas tan largas como la realizada.
Para la osa blanca del experimento, las consecuencias no se hicieron esperar. Tras la larga prueba de nado en octubre pasado, los científicos descubrieron que el animal habia perdido el 22 % de la masa de su cuerpo
así como su cría de un año de edad.El estudio confirmó que la capacidad de los osos de nadar distancias extraordinariamente largas puede ayudarlos a adaptarse a la reducción del área del hielo ártico. Pero también se comprobó que las largas travesías en aguas heladas, provocan en los osos una pérdida importante de energía que pone bajo amenaza su "posteridad", afirman los científicos.
El oso blanco (Ursus maritimus), es un gran carnívoro del mundo animal. La longitud de su cuerpo es de 1,6-3,3 metros, la masa de los varones varia de 400 a 500 kilos y a veces alcanza los 750 kilos, las hembras no superan los 380 kilos. El oso es un excelente nadador de alta mar, donde puede recorrer decenas de kilómetros y es capaz de desplazarse rápido en las zonas heladas.
(fuente: RIA Novosti)
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