La millonaria Huguette Clark deja 34 millones de $ a su enfermera y ni un centavo a los parientes

H. Clark en 1930. AP

Huguette Clark (Harriet Chase), hija del famoso senador William Clark y heredera de 400 millones de dólares, que falleció el 24 de mayo de este año en el hospital Beth Israel a los 104 años de edad, dejo en testamento 34 millones de $ a la enfermera que la atendía, pero ni un centavo a sus parientes, informó el diario The New York Post, al citar al abogado John Dakakis. Huguette, recluida en dicho hospital durante los últimos 20 años, a pesar de conservar buena salud, no recibía visitas y vivía en total aislamiento por decisión propia. Con el nombre falso de Harriet Chase, la anciana millonaria se escondía de la sociedad, quien despues de un breve matrimonio con el contable de Wall Street, William Gower, decidió pasar 80 años de su larga vida en un discreto margen de la sociedad.   

Según el testamento firmado en 2005, la enfermera Hadassah Peri, que acompañó a la excentrica millonaria desde 1991, recibirá también una colección de muñecas de porcelana, conjuntamente con casas y ropas de muñecas, reunida por Clark. 

El testamento, de más de 7 páginas, dice que Peri pasó con Huguette más tiempo que cualquier otra persona, y llegó a ser su "amiga y compañera leal".

Clark dejó además 14 millones de $ a su ahijada Wanda Styka; al abogado y al contable, 500 mil $ para cada uno.

El motivo posible por el que no dejó ni un centavo a sus familiares, quizás se deba al hecho de que fueron vendidos misteriosamente piezas de sus bienes patrimoniales, como un violín Stradivarius del valor de 4 millones de euros. Según otras fuentes, parece ser que los mismos familiares fueron los que le arrebataron su objeto más apreciado.

El grueso de la fortuna de la fallecida, 275 millones de $, se destinará para instituir una fundación artística, Bellosguardo Foundation.

Su padre, William Clark, que amasó su fortuna con el negocio del cobre, fue senador por el estado de Montana de 1899 a 1900 y de 1901 a 1907.  

Huguette Clark, fue enterrada en el museo familiar del cementerio Woodlawn, junto a sus padres y su hermana. Su abogado advirtió a la familia de que no acudiese a la ceremonia. Su ataúd fue sepultado en silencio. Solo estuvieron presentes los empleados del cementerio. Clark se marchó hacia el otro mundo rodeada por el mismo silencio y en la misma soledad que eligió para sí en vida. 

(fuentes: RIA Novosti, ELPAIS, Panorama.laverdad.es)